Navidad

Busqué a mi alrededor a quien tender mi mano. Encontré las de un anciano temblorosas, Las aferré en plegaria fervorosa, por los que se olvidan de rezar, y pedimos por el cese de la guerra, por los enfermos, y la libertad. Nos quedamos con la mirada al cielo buscando a Dios en tanta inmensidad. Lo hallamos en el silencio más sublime. Y con su Hijo en esta Navidad, en la mirada de un niño en la calle, en la pobreza arraigada sin piedad, y en la lucha del vivir cotidiano y no caer en la maldad, lo volveremos a encontrar. ALICIA PALEO RAIMONDI.

1 comentario:

  1. Y la vida continúa, Alicia.

    A pesar de todo, la vida no se da por vencida.

    Besos.

    Marta

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